María Gómez nace en Salamanca el 16 de Febrero de 1953.
Mi inclinación al dibujo fue desde niña pero no recibí clases hasta que tuve 15 años. En la Escuela de Artes
y Oficios de Salamanca asistí a las clases de Pintura del profesor San Román. Más tarde estudié en la misma
Escuela de Artes y Oficios, Dibujo con D. Manuel Gracia. Con él aprendí cuándo un dibujo se terminaba y
esto me ha servido siempre. También estudié Escultura.
Cuando acabé el Bachillerato ya había decidido que sería Barcelona la ciudad dónde realizaría mis estudios.
Fue en la Academia Sans Vicens dónde encontré a alumnos que se interesaban por lo mismo que yo, el
Dibujo e ingresar en la Escuela de Bellas Artes.
En 1973 inicié mis estudios en la Escuela de Bellas Artes de San Jorge y creí haber llegado a un lugar sagrado
pero al cabo de un tiempo estaba bastante decepcionada. En la Escuela mi aspiración consistía en dibujar
perfectamente una estatua griega. En la calle dibujábamos a la gente de las Ramblas en movimiento. Mis
primeros contactos con Galerías de Arte fueron en Barcelona. Me sorprendió enormemente una exposición
de Saura y admiraba a los paisajistas catalanes como Mir.
1973, Barcelona. Escuela Bellas Artes, Curso Preparatorio
Ese verano de 1974 trabajé en el campo pintando paisaje. Tenía un libro de Van Gogh a quien adoraba y los
resultados fueron lógicamente vangohnianos pero por primera vez me acerqué al color, las mezclas y la luz.
Uno de ésos óleos fue seleccionado en el XVI Premio a la pintura joven en la Sala Parés de Barcelona.
Mi segundo año en la Escuela seguí pintando paisaje y descubrí a Georges Grosz en el Instituto Alemán.
Al año siguiente me trasladé a la escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. Allí tuve la impresión
de que el color no existía. Dibujaba en casa. Presenté uno de aquellos dibujos al XV Premi internacional de
Dibuix Joan Miró y fue aceptado. Ví una exposición de Joan Ponç en la galería Biosca y volví a sentirme
acompañada durante mucho tiempo.
Con el profesor Agustín Úbeda me relacioné de una forma diferente con el Profesorado y con la Pintura en
general: trabajé más libremente. Con una selección de cuadros y dibujos hice mi primera exposición individual
en la Galería Tebas de Madrid y otra colectiva en la Casa de Velázquez en Mayo de 1977.
1976, Madrid. Con amigos de Bellas Artes
1977, Madrid - Inaug. galería Tebas<. Con mi padre y Pilar Soler
Al finalizar mis estudios de Bellas Artes en Junio de 1978 hice un viaje a Nueva York. En el Moma vi una
exposición de Saul Steinberg que me regocijó pues unía todo cuanto yo conocía: La Pintura, el Dibujo, la
Ilustración y además era desenfadado. Y vi la forma de vivir americana que al igual que la ciudad de Nueva
York, me dio información de lo que para mí representaba la Libertad, la medida…Volví con dos libros: El
catálogo de Steinberg y Hockney by Hockney.
1979, Madrid. Con Enrique Vega
Ya en Madrid realicé un cuento ilustrado que prometí a Rafael Conte. Anteriormente había colaborado como
dibujante para el diario El País y otras revistas. El cuento no se publicó pero uno de mis cuadros presentados
al V Concurso de Blanco y Negro resultó finalista.
La Escuela de Bellas Artes me concedió un estudio de trabajo durante año y medio. Me ocupaba de
conceptos tales como interior-exterior, dentro-fuera, arriba-abajo y trataba de aplicarlos al trabajo. Parte de él
se expuso en el Palacio de Velázquez en Enero-Febrero de 1980 en la exposición colectiva titulada 15 Artistas
de Bellas Artes. También realicé el diseño del cartel y catálogo de dicha exposición.
1980, Madrid. Con Enrique Vega y Sabater
El gobierno francés me concedió la beca de intercambio para el curso 1980-81. Estudié Grabado con el
Maestro suizo Bruno Müller que junto a su mujer Helen Stocher supuso mi familia espiritual en París.
1981 - 1982, París. Con Helen Stoker, su gato, Bruno Müller y Haip
1981, París. Con Marta Iglesias y Mar Sabater
El descubrimiento del Louvre me hizo entender más profundamente el significado del Arte. Con mi Maestro
Bruno aprendí la constancia que exige algo que el artista empieza y que, la materialización que de ella deriva
está en relación al significado que concede, no solo al Arte, sino cuanto ve y siente cada día.
Al volver a Madrid las cosas empezaban a moverse: teníamos una democracia. Un nuevo Gobierno. Tres
críticos y nuevas galerías de Arte. Se abrió Arco, hice mi 1ªexposición con la Galería Montenegro y volví a
salir de España. Ésta vez con una beca del Ministerio de Cultura para seguir aprendiendo Grabado. Esta vez
en la Scuola Internazionale di Grafica de Venecia. Luego viajé por Italia: Milán, Florencia, Roma…Terminé
mi periplo en Grecia. Era el invierno-primavera de 1983
Al volver las cosas se movían aún más: Miguel Barceló, de quien habíamos visto una gozosa exposición en
Almagro, triunfaba ahora en Kassel. Unas enormes telas sin costura de J. María Sicilia llegaban de París a
la Galería Fernando Vijande, luego llegaron las de M. Ángel Campano, “La Grappa” y cuando otro artista,
Miguel Navarro, hizo allí su exposición parecía que te hubieses puesto a volar para encontrar el aquel enorme
espacio una ciudad.
Las galerías han sido lugares por excelencia que los pintores hemos frecuentado: Son el paisaje de fondo
donde sucedían distintas cosas: Juan Uslé atareándose en terminar su curriculum mientras Victoria Civera le
esperaba… Se contaba de qué forma, una noche, Manolo Montenegro había bajado la calle Argensola con
una de las esculturas de Francisco Leiro: la primera escultura de él en su galería… También estaba Antón
Lamazares. Si no le pagaban los cuadros inmediatamente, él cogía los que le gustaban! Así fue como le conocí,
quedándose un cuadro mío que Manolo debía pagar… La Galería Montenegro era un pequeño espacio
en forma de cubo con una pequeña escalera. Allí sucedían muchas cosas: Tres instalaciones realizadas por
tres mujeres: Soledad Sevilla, Susana Solano y Eva Lootz. Eran los años 85 y 86. Y sucedía más: Ferrán
García Sevilla titulaba su exposición: “No te creo” Había un galerista alemán que tenía una galería en Madrid:
Heinrich Ehrhadt, y, siempre más artistas: Sofía Madrigal, Manolo Quejido, Alfonso Albacete, Santiago
Serrano, Guillermo… Ouka Lele, Marga Paz, Los Rolling Stones en un gran día de tormenta en Madrid...
Los músicos de Madrid tocando en Rok-Ola...
Mientras tanto ya habían estado los jóvenes curators y críticos alemanes, americanos y franceses. Se hicieron
exposiciones importantes en Alemania y en Estados Unidos. Y se escribía mucho en revistas sobre España.
Razones había para ello: “…los jóvenes reinan en el país y en el Gobierno. ¡Extraordinario espectáculo! La
calle es joven, el rey es joven, Felipe González es joven, el equipo gubernamental es uno de los más jóvenes
del mundo. Y los jefes de empresa, los directores de periódicos, los responsables sindicales, los banqueros, los
alcaldes…Muchos, muchos no tienen más de cuarenta años”. Lo escribía Elisabeth Schemla en Le Nouvelle
Observateur en 1983 en un número dedicado a España titulado “España: cómo todo ha cambiado”.
En 1987 hice mi tercera exposición individual en la Galería Montenegro. He de decir aquí que las críticas
siempre me habían sido muy favorables. Juan Manuel Bonet quería mi trabajo y también María de Corral.
Había sido invitada a participar en exposiciones importantes: “Época Nueva”, “New Spanish Visions”,
“Spanische Bilder”… Pero dos años después Manolo murió. Yo me había ido a Egipto y me hubiera quedado
allí, pero volví y empezaba una nueva década. Los curators ya se habían ido y quedaban como los restos de una
fiesta. Juan Muñoz decía que de ahora en adelante había que ir a buscarles pues no vendrían más.
1988, Madrid. Con Quincho, Teresa y Javier
Yo seguía trabajando y en 1991 me fui a Roma con una beca para la Academia de España. Fue un año
sabático. Al volver otra fiesta acababa de concluir: la exposición universal del 92. Hice exposición con Mar
Estrada que Quico Rivas me recomendó...
1992, Roma. Con Francisco Arqués, Pilar Gómez-Cossio y Antonio Maya
1997, Jeréz - Inaug. C. de la Calle. Con M. Bellotti, C. de la Calle, Félix Gómez, Guillermo, Rafael Ortíz
Estamos en 2013. En éstos veinte años, toda una vida para los más jóvenes, he seguido la práctica de la
Pintura*. He realizado distintas exposiciones cuando completaba series tales como: Agujeros de Luz, Nueve
Constelaciones, diferentes libros inspirados en diferentes autores: San Francisco de Asís, Ibn Al´arabí, Pablo
Palazuelo… En unas tablillas del siglo IV a.C. encontradas en las ciudades griegas de Hipona, Petelia y
Farsalia con las que homenajeé a mi padre muerto. Ello ha supuesto un camino por el cual transitar hacia
lugares llenos de Belleza muchas veces y siempre de Conocimiento, dónde la acción ha sido y sigue siendo
primordial. Trato de profundizar en conceptos nuevos. En estos momentos estudio en la filosofía -que
siempre es religión- hindú. Y, para describir de una “forma poética” -como muchos críticos han descrito mi
trabajo- me referiré al Kriya-Yoga! La raíz sánscrita Kri significa Hacer, Actuar. Yoga significa Unión. Así mi
práctica en éste momento desearía ser, tal y como es definida por éste concepto: una Unión con el Infinito a
través de cierta acción o rito… Que así sea.
* Me refiero tanto al dibujo a murales o a esculturas en arcilla.
M. G. Madrid, 19 de Marzo de 2013